La historia del jade

La palabra jade hace referencia a dos Minerales diferentes, la Jadeíta y la Nefrita, ambos del grupo VIII (Inosilicatos), según la Clasificación de Strunz. Para ser considerados como jade los dos deben estar presentes como agregados en forma de gránulos muy finos o fibras entrelazadas. La jadeíta forma sólo muy escasas veces verdaderos cristales. El jade es a menudo de un tono verdoso debido a impurezas de Cromo.

Es un mineral de superficie que se forma por las presiones ejercidas por las placas tectónicas a lo largo del tiempo, donde muchos materiales llegan a alcanzar incluso estados líquidos debido a las altas temperaturas. Las mismas placas tectónicas se encargan de llevar el mineral a la superficie, y es por ello por lo que no se encuentra perforando ni en excavaciones.

Los distintos colores son adquiridos a lo largo del tiempo por su exposición a diferentes minerales. Cuanto más oscuro, mayor contaminación de otros materiales tiene. Hay incluso jade traslúcido, el cual es el más puro. La pureza de este mineral no es el indicador de valor absoluto.

Desde hace más de 5.000 años se utiliza el jade en China y Mesoamérica como material para fabricar utensilios y adornos. A lo largo del tiempo se desarrolló un verdadero culto de este mineral. Los objetos de jade tienen fama de amuletos que atraen la suerte. En sus orígenes el jade era tan duro y resistente como ningún otro material. Por ello se utilizaba también para elaborar armas y herramientas.

Desde casi el principio se intentaba vender otros minerales con la denominación de jade. Esto se logró de mejor manera con el mineral Serpentina (“jade nuevo y de china”). La Serpentina no sólo tiene el mismo aspecto que el jade, sino que aparece en los mismos yacimientos que la jadeíta y la nefrita. Es un material algo más blando y menos resistente que el jade. Como se trabaja mucho mejor que el jade se ha establecido como sustituto preferido en los últimos años.

En el valle del río Motagua en Guatemala, se encuentra uno de los yacimientos más ricos del mundo, y es la fuente de los colores más novedosos.

Según la Mitología china el jade es el esperma seco de Dragón.

Para las culturas Prehispánicas de Mesoamérica como los: Olmecas, Mayas, Toltecas, K’ichés, Mixtecas, Zapotecas y Aztecas; era la piedra de la creación, significaba vida, fertilidad y poder, fue más valorado que el Oro.

Básicamente hay dos:

 

  • La Jadeíta: es un silicato de sodio y aluminio (SIO3)2. Cristaliza en el sistema monoclínico. Es de aspecto mate ceroso y dureza entre 6 a 7 en la escala de Mohs.
  • Nefrita: Por su parte, La nefrita (variedad del mineral Tremo lita) es un silicato de calcio y magnesio (Ca2 (MgFe) 5(SI4O11) 2(0H)2) que cristaliza en el sistema rómbico. Su dureza alcanza 6,5 en la escala de Mohs.

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