Estrés escolar

Los niños y adolescentes en etapa escolar se ven enfrentados a situaciones de demandantes y amenazantes que generan una respuesta natural necesaria para la supervivencia. El estrés no es una anomalía que impida el funcionamiento normal del organismo, sin embargo, cuando este es constante afecta negativamente el desarrollo saludable de los individuos.

 

La escuela constituye un lugar de desarrollo diario que puede afectar la estabilidad general de los niños u jóvenes. El estrés escolar, por lo tanto, puede ser entendido como la respuesta del organismo a los estresores que se dan dentro del espacio educativo y que afectan directamente el rendimiento de los alumnos.

 

Algunos de los detonantes de estrés escolar son el exceso de responsabilidades, la alta carga de trabajo o tareas dentro y fuera del establecimiento educacional, las evaluaciones de los profesores, la competitividad, el temor al fracaso o no alcanzar las metas autoimpuestas o estipuladas desde fuera, la presión de los padres, aceptación del grupo de pares, la rivalidad entre compañeros, cambios en los hábitos alimentarios y horarios de sueño y el cansancio cognitivo.

 

A nivel escolar, al observar algunos de estos cambios repentinos en los estudiantes puede ser motivo de atención e intervención temprana.:

·      Taquicardia

·      Imposibilidad para relajarse

·      Aumento de la presión arterial

·      Irritabilidad

·      Perplejidad

·      Miedo difuso

·      Hiper-sudoración

·      Temblores

·      Tensión muscular

·      Caminatas sin rumbo

·      Frecuentes bloqueos

·      Atención dispersa

·      Insomnio

·      Disminución del rendimiento intelectual

 

Es importante que las emociones relacionadas con el estrés sean detectadas por los profesores y las personas que rodean a los estudiantes, ya que cuando el estrés escolar es excesivo pueden desarrollarse problemas de índole psicológicos y trastornos en Salud Mental.

 

Fuente: Revista Médica Clínica Las Condes