Para empezar, vamos a entender la palabra duelo, es que se trata de un proceso normal. Y con normal nos referimos a que es esperable y sano que exista dolor y tristeza, tras el fallecimiento de una persona a la que hemos estado vinculados.
Es imposible no sentir cierto nivel de dolor cuando fallece alguien de nuestro entorno, por lo que es perfectamente normal que, tras la muerte, se desencadene el duelo.
Aunque es un proceso natural, como todo proceso, puede complicarse. Lo más habitual es que el duelo se afronte sin necesidad de ayuda profesional especializada, pero si no sigue el curso esperado (duelo complicado) e interfiere en el funcionamiento de la persona, comprometiendo su salud, la psicoterapia especializada en duelo resulta imprescindible.
Después de una pérdida, las personas, a menudo, reciben apoyo de la familia y de los amigos. A veces, las personas no cuentan con este apoyo o necesitan a un profesional para que los ayude a aprender más sobre el proceso del duelo y sobre cómo sobrellevar su pérdida. Si siente que necesita más ayuda para sobrellevar su duelo, es posible que desee hablar con un consejero. Un consejero puede ayudar a las personas a trabajar en su proceso de duelo en forma individual o en grupos.
La terapia para el duelo puede ayudar a las personas que experimentan un duelo muy intenso que dura por mucho tiempo y que evita que participen de la vida diaria.
Puede ayudar a una persona a entender porqué está pasando por un momento difícil y a explorar maneras útiles de sobrellevar la pérdida.
Un profesional de la salud mental, como un psicólogo o un trabajador social clínico, brinda terapia para el duelo en forma individual o en grupos.
Debido a que cada persona sufre de manera diferente, las decisiones sobre la necesidad de terapia para el duelo se toman según cada caso. Sin embargo, los siguientes signos indican que puede necesitar ayuda adicional para sobrellevar su duelo:
- Dificultad permanente para comer
- Dificultad para dormir
- Imposibilidad de trabajar o completar las actividades normales de la vida diaria seis meses después de su pérdida
- Imposibilidad de cuidar de sí mismo
- Sentimientos de falta de valor
- Pensamientos de suicidio
Para encontrar ayuda para lidiar con el duelo, hable con su proveedor de atención médica primaria para saber si le puede proporcionar una derivación.