La importancia de las redes sociales en el desarrollo sostenible

Primero, ¿Qué es el desarrollo sostenible? Es aquel modelo de negocios que se apega a una satisfacción de las necesidades de consumo, sin comprometer los recursos y las posibilidades de las generaciones futuras.

Las redes sociales son la plataforma más importante y utilizada en los últimos años, y son idóneas para comunicar acciones y valores de una empresa, pero sobre todo interactuar con el consumidor. Varias de estas redes permiten compartir información sobre sus productos o servicios o sobre su trabajo interno, y permite mostrar los valores que caracterizan a una empresa y transmitirlos para que los usuarios se sientan identificados con una marca.

¿Por qué son importantes las redes sociales en este factor?

Simplemente porque las redes sociales permiten que se llegue a un mayor número de personas en poco tiempo, además que fácilmente se puede hacer viral, ya sea: un anuncio, un post, una respuesta o un comentario. Se necesita conectar con el usuario y entender sus preocupaciones, y a través de estos medios se puede interactuar de forma bidireccional y en tiempo real.

Cabe destacar que un buen uso de las redes puede permitir que el consumidor se sienta parte de la marca y colabore en: dar a conocer un producto o servicio, crearlo, y todo esto se puede hacer haciendo un debate, encuestas, crear hashtag, etc. YouTube, WhatsApp, Facebook, Twitter e Instagram son las redes más utilizadas y con las que mejor se puede promocionar algo.

Un claro ejemplo, es el de ONU: consideran que las redes sociales son una de las vías fundamentales para globalizar los Objetivos Mundiales de Desarrollo Sostenible (ODS), la misma funcionaria señaló que las estas redes tienen una gran importancia debido a su potencial de alcance, ya que han tenido un crecimiento impresionante.

Hay que tener también en cuenta que un mal uso de la comunicación al tratar de vender algo con las acciones alejadas del mensaje que se pretende dar, puede penalizar a la empresa en corto o largo plazo, generando así daños irreversibles y que, si se pierde la confianza en una marca o un producto, el recuperarla sería algo muy complejo.