La autoestima es el valor que el individuo atribuye a su persona y a sus capacidades.
Es una forma de pensar positivamente, una motivación para experimentar diferentes perspectivas de la vida, de enfrentar retos, de sentir y actuar, que implica que los individuos se acepten, se respeten, confíen y crean en ellos mismos.
La autoestima, entre otras cosas, es el concepto propio que tiene cada sujeto sobre sí mismo, es decir la idea que tiene una persona de su ser que lo obliga a preguntarse quién es, o cuál va ser su identidad, la cual se fabricará a través de la conducta que vaya desarrollando.
La cantidad de amor propio que una persona tenga, es directamente proporcional al grado de dignidad que la misma posea.
La definición de autoestima es igual al de amor propio, que es el significado más directo de la palabra auto (sí mismo/a) y estima (amor, aprecio). Quererse a sí mismo, ni es egoísmo, ni es enfermizo; es un sentimiento fundamental.
La autoestima es un aspecto fundamental en nuestra vida, ya que gracias a ella nos desarrollamos mejor y con confianza.
Gracias a una autoestima saludable reflejamos un aspecto mental y espiritual que nos ayuda a proyectar nuestra mejor versión de nosotros mismos.
En la autoestima no debe influir el aspecto socio-económico, cultural, racial o de genero; es un aspecto propio en el cual dependerá encontrar las distintas maneras y actividades que consideremos optimas y nutran nuestra alma y espíritu.
No importa que actividad realices, no importa que digas y cómo te comportes; la seguridad y confianza en ti mismo es la que nos ayudará a enfrentarnos a los diferentes aspectos de nuestra vida de una manera u otra.
Una autoestima propia nos ayudara a que nos haga sentir respetados ante los demás y con uno mismo. Toda persona tiene derecho a ser feliz.
Una persona que se siente competente para vivir significa que tiene confianza en sí misma en la vida, se siente merecedor de la vida, manteniendo una actitud afirmativa hacia el propio derecho a vivir y ser feliz.
A continuación te comparto aspectos básicos de una autoestima saludable:
- Ser conscientes de la realidad. A veces la realidad no se parece a lo que nosotros deseamos.
- Aceptarse a sí mismo. Nos debemos aceptar tal y como somos, con nuestros defectos y nuestras virtudes.
- Ser responsable de uno mismo. La única responsabilidad y consecuencia de lo que haga es exclusivamente mía.
- Afirmarse a sí mismo. Debemos defender nuestros derechos y deseos, pero no de cualquier manera, no podemos invadir los derechos de los demás.
- Tener objetivos en la vida. Las personas necesitamos plantearnos metas en la vida. Deben ser realistas y alcanzables, para sentir la satisfacción de haberlas podido llevar a cabo y sentirnos realizados.
- Integridad y coherencia con uno mismo. Nuestros actos deben estar consonancia con lo que pensamos.
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