Qué hacer si te quedas sin dinero en la universidad

Quedarse sin dinero y experimentar dificultades financieras es cada vez más común en los estudiantes actuales. El ritmo de vida, la sobresaturación de los espacios académicos y las políticas públicas en materia educativa hacen complicada la situación.  No se necesita mucho para romper el presupuesto de un estudiante: las rentas pueden hacerlo incluso antes de que comience la beca.

 

A esto agregamos de mantenimiento poco realistas y falta de habilidades financieras. Muchos estudiantes enfrentan algún grado de dificultad con el dinero.  Esto es lo que debe hacer si se encuentra en problemas:

 

 

Prioriza los costos

 

Primero, haga una lista de todo lo que necesita pagar en los próximos meses. Desde la renta y las facturas hasta el costo del pasaje, lavandería, internet, comidas, todo.  A continuación, reordenar la lista por importancia. Los artículos esenciales deben estar en la parte superior. Junto con las facturas que se avecinan o aquellos con multas por retraso en el pago.

 

Ahora no es el momento de dejar de gastar por completo. Dejar que los compromisos financieros disminuyan podría empeorar la situación. En su lugar, trata de pagar los costos de prioridad con cualquier dinero que tengas. También puedes esperar y reducir los gastos que están al final de la lista.

 

 

Predice los problemas.

 

El problema de quedarse sin efectivo es que tiene consecuencias, y es mejor saber por adelantado qué son. Podría significar que no habrá comidas en restaurantes, o reducir algunos gustos. Esta es una oportunidad para encontrar alternativas gratuitas y formas de ahorrar dinero. Algunos gastos de la escuela o de la casa son más difíciles de cubrir. El siguiente paso ayudará a descubrir cómo abordarlos.

 

 

Habla con las personas adecuadas sobre tus problemas de dinero

 

Hay gente por ahí que puede ayudarte a hacer frente. Pregúntale al departamento de apoyo estudiantil sobre apoyo especializado. La oficina de asistencia social o su médico de cabecera pueden aconsejarle si las preocupaciones de dinero afectan tu dieta,  sueño o salud mental. Hablar puede ayudar a aliviar el estrés. Prueba con tus mejores amigos, familia o personas dispuesta a ayudarte escuchando o dándote un buen consejo.

 

Fuente: The Guardian