¿Cómo funciona la Psicología Social?

La Psicología Social es una rama de la Psicología que estudia el comportamiento humano en la sociedad. Analiza los procesos sociales y las relaciones interpersonales que influyen en el comportamiento de las personas y la formación de su personalidad.

Profundiza en las interacciones entre las personas, sobre todo en el contexto de los grupos y los entornos sociales, para comprender fenómenos como los roles sociales, estereotipos y valores, así como la conciencia colectiva y la identidad social o el trabajo en equipo y el liderazgo.

La Psicología Social intenta comprender las causas y motivos sociopsicológicos que subyacen al comportamiento humano y las masas. Procura llegar a leyes y principios que rigen la convivencia para facilitar la calidad de vida de cada individuo y favorecer un funcionamiento óptimo de la sociedad.

Conocer los factores sociales que promueven determinadas conductas permite intervenir en los mismos para cambiar los comportamientos finales. Por consiguiente, la Psicología Social es muy útil a nivel estructural porque proporciona las bases científicas para aprobar leyes que promuevan el bienestar social, promover planes sociales o construir redes de apoyo social.

La Psicología Social también es fundamental a escala comunitaria ya que ayuda a diferentes instituciones, organizaciones y grupos, ya sea de carácter público o privado, a lidiar con los conflictos locales o prevenir potenciales problemas facilitando dinámicas sociales que propicien el consenso en las comunidades.

¿Qué hace un psicólogo social?

El psicólogo social puede trabajar en la atención directa, ya sea a nivel individual o grupal, facilitando los grupos de autoayuda, escuelas de padres o programas de intervención y sensibilización. Suya es la tarea de detectar situaciones de desprotección o vulnerabilidad social, así como diagnosticar su alcance y planificar programas para minimizar su impacto y fomentar la integración social. Este profesional también es esencial para el diseño y puesta en práctica de programas de prevención de problemas de origen social como las adicciones, la violencia o la delincuencia.

A nivel comunitario, el psicólogo social impulsa y mejora las redes formales e informales de apoyo social, diseñando programas de carácter preventivo dirigidos a sensibilizar y activar los recursos de la propia comunidad. Se encarga de promover los procesos de participación comunitaria y empoderar a sus miembros para que tomen decisiones beneficiosas para todos los miembros de la comunidad.

El psicólogo social también puede dedicarse a la investigación estudiando los factores protectores y de riesgo relacionados con las interacciones sociales a nivel individual, familiar, grupal, organizacional y comunitario. Además, puede desempeñar funciones de formación, en especial a los profesionales que trabajan con grupos, como los profesores, trabajadores sociales o líderes.

De hecho, el psicólogo social también puede actuar como mediador entre diferentes grupos sociales o en el seno de los mismos. Puede mediar en conflictos familiares o laborales, comunitarios, interculturales o penitenciarios. Se erige como parte neutra e imparcial para facilitar la comunicación y maximizar los puntos en común en aras de llegar a un acuerdo y prevenir conflictos futuros. En los últimos años, el psicólogo social también ha ganado protagonismo en áreas como el cuidado del medio ambiente ya que puede contribuir a fomentar conductas ecológicamente responsables, educar a la ciudadanía en la importancia de preservar el medio ambiente o asesorar a los encargados de adaptar el medio a las necesidades especiales