La depresión es un trastorno mental caracterizado fundamentalmente por un bajo estado de ánimo y sentimientos de tristeza, asociados a alteraciones del comportamiento, del grado de actividad y del pensamiento.
Puede afectar a cualquier persona, de cualquier nivel económico y en cualquier edad. ¡Las enfermedades mentales no discriminan! Afecta a ricos y pobres, blancos y negros, hispanos/latinos y asiáticos, ancianos y niños.
Las razones para caer en un estado depresivo son muy variadas. Algunas personas caen en depresión clínica cuando experimentan un evento emotivo en sus vidas, por ejemplo, cuando perdemos el trabajo o terminamos una relación amorosa importante.
A otras personas les puede afectar como resultado de una suma de factores y eventos: Cuando nos falta habilidad para comunicarnos; cuando nos resulta difícil entender e integrarnos a algo nuevo. Sin embargo, hay gente que puede llegar a sentirse deprimida sin ninguna advertencia previa.
Las formas más comunes de tratar la depresión clínica son suministrando medicamentos, psicoterapia o una combinación de ambos. La elección del tratamiento depende de:
La gravedad de los síntomas, los antecedentes de la enfermedad, la preferencia de la persona.
Los medicamentos comunes para el tratamiento de la depresión se llaman antidepresivos. Ellos restablecen el equilibrio químico normal de las partes del cerebro que tienen que ver con las emociones. Los antidepresivos no crean hábito, ni cambian nuestra personalidad. Ellos nos ayudan a tener un mejor estado de ánimo, así como a mejorar nuestros patrones de apetito y sueño.
Podemos elegir diferentes formas de psicoterapia, que incluyen tratamiento individual, familiar o de grupo. Los psicólogos clínicos, psiquiatras, trabajadores sociales y consejeros están preparados para entender y ayudar a manejar mejor sus problemas.
¿Cómo obtener ayuda?
El primer paso: Tome la decisión de pedir ayuda. Sabemos que para este momento existe cansancio e irritación al buscar ayuda pero no hay que darse por vencido. Explique sus síntomas a su médico.
El segundo paso: Siga los consejos de su doctor.
El tercer paso: Cumpla todas las citas con el profesional de salud mental. Es posible que algunos días sienta deseos de no ir al terapeuta. Sin embargo, es necesario que haga el esfuerzo por cumplir con sus citas.
El cuarto paso: Tome las medicinas como le han indicado. Si su médico o psiquiatra le han recetado medicamentos antidepresivos, es muy importante que siga las instrucciones que ellos le han dado.