El target consiste en el grupo de consumidores cuyas características, deseos y necesidades se adecúan más a los productos y servicios que ofrece una marca en concreto. También se le denomina público objetivo, nicho de mercado, clientes potenciales, etcétera.
El target consiste en dividir un mercado en segmentos y centrar nuestras campañas en uno o varios de ellos en concreto. Esto hace que resulte más sencillo promocionar y distribuir los productos.
En ocasiones, el target de una marca no es estático, sino que evoluciona para adaptarse a las nuevas tendencias del mercado.
Estas son las pautas más importantes para definir un target de manera correcta. Es importante realizar una serie de cuestiones e investigaciones previas para poder definirlo al máximo.
Saber a qué tipo de sexo va dirigido el producto de una empresa. Hay que definir y segmentar, un producto no sirve para todo el mundo. Sería imposible contentar a la humanidad entera.
Definir un rango de edad determinado. Se pueden crear grupos por edades, y dentro de esta opción escoger el más adecuado según las necesidades del producto y su uso.
Conocer la cultura del país al que se dirige la marca. No es lo mismo vender productos a Rusia que tendrá una serie de características, cultura, que hacerlo en España o Japón. Es importante saber estos detalles para poder definir a la perfección el target.
La profesión de la gente a la que va dirigido el producto.
Conocer sus aficiones, y qué hacen en su tiempo libre.
Este tipo de cuestiones ayudarán enormemente a la configuración del target, y supondrá un ahorro de tiempo y dinero futuros, ya que se definirá el perfil concreto al que van dirigidos los productos o servicios de una empresa.
Ventaja
La mayor ventaja que tiene para una empresa definir el público objetivo es ahorrar tiempo y dinero. Dirigirte al potencial consumidor de tu producto o servicio te aporta enormes ventajas competitivas y garantías de éxito. Pero, además:
Si tienes a tu target muy bien definido sabrás hacia dónde debes enfocar tu estrategia de marketing y, por ello, será más fácil plantear y desarrollar los objetivos y las acciones.
Conocer a tu público no solo te sirve para saber a quién dirigirte en tus campañas, sino también para conocer sus gustos y, en base a ello, ajustar las estrategias para satisfacer mejor sus necesidades.
Si conoces a tus clientes, conoces en qué canales encontrarles. Definiendo el target podrás saber por qué canales debes comunicarte tanto con tus clientes como con tus potenciales clientes.
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