Los 3 alimentos más caros del mundo

Caviar Blanco Almas: Este caviar proviene de esturiones albinos que pueden tener entre 60 y 100 años y se encuentra principalmente en el sur del Mar Caspio en irán. Su precio puede superar los 30,000€ por kilogramo.

Estos peces, están en grave peligro de extinción, tienen una longeva vida, pero sus más que notables características y la demanda del manjar que son sus huevas los han convertido prácticamente inexistentes y sometidos a una más que costosa búsqueda. De ahí, el altísimo precio que alcanzan.

Es un producto muy complejo, lleno de matices, para paladares que buscan las sensaciones del auténtico caviar iraní elaborado bajo los procesos más tradicionales, propios de un alimento tan raro. Estas huevas ofrecen una textura suave en boca dejando registros muy largos e intensos de sabor a nueces y crema.

Azafrán: Conocido como el ‘oro rojo’, el azafrán es la especia más cara del mundo debido a su laborioso proceso de recolección y la gran cantidad de flores necesarias para obtener una pequeña cantidad. Su precio oscila entre 5,000€ y 10,000€ por kilogramo.

El azafrán tiene muchas aplicaciones medicinales, ya que contiene esencia, materia colorante y principios amargos, que le otorgan propiedades estimulantes a nivel del sistema nervioso central y del aparato digestivo, tónicas, carminativas, antiespasmódicas, antiinflamatorias, antibacterianas y antioxidantes

Es una de las especias más cotizadas en el mercado e, incluso, se llega a considerar un ingrediente de lujo, pues el kilo de esta codiciada especia llega a oscilar hasta los 90 mil pesos mexicanos.

Trufa Blanca: Específicamente la trufa blanca de Alba (Tuber magnatum Pico), originaria de Italia, es altamente valorada por su aroma y sabor únicos. Dependiendo de la temporada y el lugar de compra, su precio puede alcanzar hasta 6,000€ por kilogramo.

La trufa blanca, es un delicatessen apreciado en el mundo entero por los círculos más selectos de conocedores y gourmands. Se dice que su aroma es como una sinfonía de la naturaleza y su sabor es vivaz pero delicado, efímero como todo lo que vale realmente.

Las trufas se caracterizan por el gran aroma que desprenden, aunque nuestro olfato no es capaz de percibirlo y por ello recurrimos a animales con mayor olfato para buscarlas, tales como las cabras, los perros, los mencionados cerdos y los jabalíes.