La innovación en la educación indudablemente va de la mano de las nuevas tecnologías. Sin embargo, esta tarea no se refiere únicamente a disponer de los recursos tecnológicos más modernos. Son varias las características que debe tener un entorno educativo para fomentar la innovación.
El primer paso es cambiar la visión que se tiene de la educación en los tiempos actuales. Es necesario un ambiente que estimule el desarrollo de todo el potencial de los alumnos. Se debe explicar exactamente qué es la innovación para que esta resulte en algo interesante.
La cultura de la innovación
Fomentar una cultura innovadora no traerá beneficios inmediatamente. Por el contrario, habrá que tomar riesgos y, algunos de ellos, serán fracasos. Pero la mentalidad hacia el éxito será aprender de esos fracasos.
América Latina ya es una de las regiones del mundo que menos invierte en innovación. Los países latinoamericanos salieron bastante mal parados en un nuevo ranking de innovación.
Uno de los grandes aciertos para fomentar este tipo de mentalidad es impulsar a los alumnos a hacerse las preguntas correctas. Por ejemplo, en lugar de pensar en una respuesta para un problema en específico es más recomendable preguntarse para qué hay que resolver ese problema. Los objetivos, por lo tanto, tendrán que centrarse en ir a la raíz de los problemas a solucionar para crear una conciencia en los estudiantes.
Uno de los errores básicos que se cometen es introducir la cultura innovadora a las escuelas sin tomar en cuenta los resultados o las evaluaciones. Se debe plantear primero cuál es el objetivo de la propia escuela.
Imponer proyectos para lograr resultados rápidos puede frenar la cultura innovadora. Esta cultura debe cimentarse desde abajo y no esperar resultados inmediatos. Existen metas pedagógicas mucho más profundas. Las escuelas deben definir objetivos a corto, mediano y largo plazo; realistas y alcanzables.
El enfoque pedagógico
Como se mencionó anteriormente, la innovación no llegará únicamente con implantar tecnología en el salón de clases. Anteponer el aprendizaje antes del uso de herramientas digitales será el reto. Este enfoque debe integrarse a los planes de estudio y ser la manera en la que se resuelvan todos los problemas educativos. Tratar a la innovación como una herramienta pedagógica más no traerá ningún resultado.
Esta cultura va acompañada de flexibilidad en horarios y en la dinámica de clases. Hay que recordar que la innovación no prospera con limitaciones. Hay que planificarla, darle tiempo y espacio para que los resultados sean formidables.
Fuente: Pearson