Con la implantación de la Inteligencia Artificial en diversos campos de la actividad humana, se han dado diversos debates a favor y en contra. Algunos apuntan a que este tipo de tecnología remplazará a muchas profesiones, mientras que otros afirman que revolucionará la vida productiva y la humanidad vivirá de forma más cómoda y saludable.
Uno de los innumerables campos en los que la Inteligencia Artificial se verá inevitablemente inmiscuida será el de la educación. La tecnología ya ha transformado el campo del aprendizaje abriendo puertas y democratizando la educación haciéndola accesible a más personas.
Transformar la labor docente
El hecho de que la educación llegue a más personas cada día es sólo una de las primeras innovaciones tecnológicas. Sin embargo, la manera en que el cambio de paradigma ha ido afectando las clases, a los alumnos y a los docentes va en muchas direcciones.
Por un lado, los maestros pueden hacer más eficaz la manera en que revisan tareas, exámenes y corrigen ejercicios. Esto significa más tiempo para enfocarse en estrategias y en mejoras para sus alumnos; preparar lecciones, materiales e ideas que mejoren el desempeño de los alumnos.
Es así como la Inteligencia Artificial puede dedicarse a tareas mecánicas y repetitivas, mientras los docentes dedican más tiempo al trabajo intelectual.
Objetivos estudiantiles.
Una de ventajas de la Inteligencia Artificial es la manera en que se adapta a las necesidades de cada alumno. Sabemos que cada estudiante posee diferentes habilidades y aprende a ritmo y de manera distinta. Esta tecnología es capaz de diferenciar las habilidades de cada alumno y otorgar contenidos y actividades diseñadas para cada uno.
De esta forma, los docentes podrán dar a cada alumno un trato personalizado y diferenciar los objetivos de cada uno. Esto permitirá revisar errores e identificar grietas en los planes de estudio. Además, la inteligencia artificial es capaz de tener un registro continuo de los logros y avances de cada uno de los alumnos. De esta forma, la evaluación será mucho más precisa y sencilla para los profesores.
Lo más sano es ver a la Inteligencia Artificial como una herramienta que puede mejorar la calidad educativa. Será inútil resistirse a su implantación y a continuar con sistemas y medicas convencionales. Lo mejor es revisar las tecnologías y ver cuáles son las más convenientes para mejorar su labor docente.
Fuente: Pearson