Importancia de la psicología

La psicología en tiempo de pandemia es uno de los desafíos primordiales en nuestro país debido que la población  desconoce en general acerca de los padecimientos. La contingencia actual por el COVID-19 ha trastocado las actividades que como individuos y sociedad estábamos acostumbrados a realizar.

Durante los meses de aislamiento por la pandemia de COVID-19, se incrementaron considerablemente el número de personas que solicitan ayuda psicológica. Entre ellas, están hombres y mujeres que buscan terapia porque se sienten ansiosos, deprimidos, o bien, porque no pueden dormir o concentrarse en sus actividades laborales y académicas. La ansiedad, la angustia, la depresión han surgido por tantas noticias negativas.

El confinamiento está generando algunos efectos psicológicos en gran parte de la población. Por ejemplo:

  • Problemas de sueño: A falta de rutinas y ejercicio, y con nuevas preocupaciones e incertidumbres, nos cuesta más dormir.
  • Aumento de adicciones y hábitos tóxicos: La falta de rutinas también ha afectado al ámbito de los buenos hábitos y aumentado incluso el consumo de psicofármacos.
  • Problemas para socializar: Debido a la “nueva normalidad “en algunos casos, por miedo a relacionarse y contagiarse se alejan.
  • Problemas de duelo: Más de uno ha perdido a un ser querido durante esta etapa y la imposibilidad de despedirse y hacer los rituales funerarios como de costumbre ha dificultado procesar esta pérdida.
  • Problemas de ansiedad: La preocupación recurrente por el futuro, miedo a los rebrotes que se ven en las noticias y miedo a retroceder de fase y perder las libertades que hemos recuperado.

¿Quiénes son las personas que tienen mayor riesgo de desarrollar trastornos emocionales?

  • Personas en un estado de fragilidad emocional, para las que la situación actual es un disparador de traumas no resueltos, lo que puede suponer problemas de salud mental
  • Personas afectadas directamente por la COVID-19: haber sufrido problemas de salud o tener personas cercanas que hayan estado enfermas o hayan fallecido.
  • Profesionales que hayan estado en la primera línea de atención.

Asimismo, si tú o alguien que conoces requiere de atención psicológica, te exhortamos a que busques ayuda.