Quizás uno de los aspectos más disfrutables de nuestra rutina diaria, es el baño, un momento de relajación que nos dedicamos a nosotros mismos. Podemos crear un ambiente tranquilo con música y algunos productos que pueden mejorar la experiencia. La temperatura idónea del agua varía para cada persona, pero, ¿es bueno bañarse con agua fría? aquí te lo contamos y mencionamos algunos beneficios de hacerlo.
¿Es bueno bañarse con agua fría?
En general podemos asegurar que sí es bueno bañarse con agua fría, ya que ofrece múltiples beneficios para nuestra salud, aumentando la energía o mejorando la recuperación muscular. Aunque debemos advertir que no es recomendable para todos, en especial si padeces alguna enfermedad, tienes piel sensible o alguna herida. A esta temperatura el vital líquido puede resecar o irritar nuestra dermis, lo que puede perjudicarnos más que beneficiarnos.
Beneficios de bañarnos con agua fría
- Mejora la circulación al contraer los vasos sanguíneos, activando el flujo de la sangre
- Nos ayuda a fortalecer el sistema inmunológico al estimular la producción de glóbulos blancos, lo que ayuda a combatir infecciones e incrementar nuestras defensas
- Cuando nos exponemos al frío, se incrementan los niveles de noradrenalina y dopamina en el cerebro, mejorando el estado de ánimo y la alerta mental. Por lo que al bañarnos con agua fría aumenta nuestra energía y la concentración
- Ayuda a reducir la inflamación y el dolor muscular después del ejercicio, facilitando la recuperación
- El agua fría ayuda a drenar toxinas, activar la musculatura y relajar la piel. También, puede ayudar a mejorar la calidad de nuestro cabello
- Activa el metabolismo de nuestro cuerpo ya que, al intentar mantener su temperatura, aumenta la quema de calorías y convierte la grasa blanca en grasa parda, que produce calor y energía
Precauciones y casos en los que no es recomendable bañarse con agua fría
- Como mencionamos antes, no son recomendables si estás enfermo o con un resfriado, ya que el frío puede ser demasiado para tu sistema inmunológico
- Puede resecar o irritar la piel
- Evita aplicar agua fría directamente sobre heridas abiertas o quemaduras
Para incorporar este tipo de baño a tu rutina diaria, puedes probar hacerlo poco a poco. Al finalizar tu ducha con agua caliente, intenta usar agua fría por unos segundos. Comienza con exposiciones cortas y ve aumentándolas gradualmente para que tu cuerpo se adapte.
Y finalmente es importante mencionar que tanto bañarse con agua fría, como caliente, trae beneficios para nuestro cuerpo, todo depende de nuestro objetivo y nuestro estado de salud.
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