La llegada de septiembre y los festejos patrios nos dan la oportunidad de convivir con amigos y familiares, además de comer deliciosos platillos y bebidas mexicanas.
Los excesos en la alimentación o en las bebidas, pueden poner en riesgo la salud. Sobre todo en personas con obesidad, diabetes, presión alta, ácido úrico elevado o altos niveles de grasas (colesterol y triglicéridos) en la sangre, entre otras enfermedades.
Actualmente muchas personas padecen enfermedades que requieren una alimentación especial y deben poner mayor atención en fechas donde la comida y la bebida son parte importante de la celebración.
La salud depende fundamentalmente de la variedad y tipos de alimentos que ingerimos. Los nutrientes presentes en los alimentos son fundamentales para la vida.
Con un poco de información y conocimiento sobre estos nutrientes y la digestión, podemos alcanzar el equilibrio a través de la alimentación. Un equilibrio entre salud, bienestar y placer.
La cultura alimentaria, ya que nos permiten revalorar al alimento como un elemento de funcionalidad o disfunción que establece la sociabilidad, contribuye a la armonía entre algunos grupos e individuos, además de que representa valores, costumbres y tradiciones, y en algunos grupos o sociedades se distingue como un símbolo que en sus diversidades y características representa unidad, tradición, status, distinción.
Cuidar tu cuerpo no es tarea de un día o dos, es un hábito que debe incluir fines de semana, días festivos y vacaciones. En gran medida, de ello depende la buena o mala salud de todas las personas.
En estas fiestas patrias, cuida tu salud siguiendo estos consejos:
- Prepara tus alimentos en fiestas patrias, como habitualmente lo haces
- Cuida el tamaño de las porciones de los alimentos, utilizando platos pequeños
- Come algo ligero antes de llegar al festejo, por ejemplo: fruta fresca (manzana, naranja, durazno, entre otras) o verdura (jícama, zanahoria, pepino). Así evitaras llegar con mucho apetito
- Cuida el consumo excesivo de grasas, como frituras, empanizados, capeados, crema, mayonesa, mantequilla y tostadas fritas
- Elige carnes con bajo contenido en grasas como: pollo, pulpa de res y cerdo
- Evita la carne con grasa visible, así como el chicharrón, el chorizo y tocino.
Hablar de alimentación no es cosa fácil, mucho menos hablar de un patrón alimentario, ya que ambos son fenómenos complejos, es verdad que el comer, el alimentarnos cubre una necesidad biológica, pero no todos los individuos lo realizan de la misma manera. El “hecho alimentario” está determinado por factores sociales, culturales y económicos.