La salud dental o bucal es fundamental desde los primeros años de vida y en esto influyen directamente una correcta higiene, controles periódicos y una alimentación adecuada. Por esto, enseñarles a los pequeños la importancia de lavarse los dientes es la manera más efectiva para ayudarlos a tener una buena salud bucal en el futuro.
Se requiere de controles periódicos ya que permiten detectar patologías a tiempo, porque si no se tratan de manera precoz, se pueden ir agravando y requiriendo procedimientos más complejos.
¿Cómo limpiar cuando aparecen los dientes?
Una vez que sale el primer diente, se debe utilizar un cepillo con las características para esa edad, es decir, que tenga el tamaño adecuado, cabeza pequeña y que sea suave. Además, se debe realizar el lavado con pasta fluorada de más de 1000 partes por millón de flúor, por lo menos dos veces al día (en la mañana y antes de acostarse). La cantidad de pasta varía dependiendo de la edad del niño. En general, los menores de tres años deben utilizar una cantidad de pasta dental equivalente a un grano de arroz crudo.
Una técnica que puede ayudar con los menores de dos años es ponerse por detrás del niño o cepillar acostado, en el sofá o el mudador. El cepillado debe ser de forma circular y con movimientos de arrastre incluyendo la encía. Además, se debe cepillar suavemente la lengua, que también atrae bacterias.
Lo ideal es tener dos cepillos, uno para que el niño muerda y otro para el cepillado formal. Complementariamente, se sugiere usar seda dental de manera cuidadosa y siempre aplicada por un adulto, para limpiar entre los dientes.
Recomendaciones para una higiene adecuada en niños
Usar un cepillo dental con cabeza pequeña y cerdas suaves.
Cepillar los dientes al menos dos veces al día.
Usar pasta con fluorada de más de 1000 partes de flúor desde que erupciona el primer diente.
El cepillado debe ser realizado por un adulto hasta aproximadamente los nueve años. Para un correcto cepillado.
El lavado debe durar entre dos a tres minutos.
El cepillo se debe utilizar seco y una vez concluido el cepillado no hay que enjuagar la boca.
Los cepillos se deben cambiar cada tres meses, o al verlos dañados.
El hilo dental contribuye a una mejor higiene y se recomienda desde los dos años en adelante. Es importante que un adulto realice este proceso.