Todo aquello que no es perceptible o tangible al contacto humano, da la apariencia de simplemente no generar desperdicio alguno. Las innovaciones y avances tecnológicos han creado un mundo digital, en donde la información generada se encuentra en la red. Asimismo, el desarrollo de la inteligencia artificial ha facilitado la vida de las personas, automatizando un sinfín de proceso, pero ¿Cómo contamina la IA? Y ¿Qué impacto tiene en nuestro planeta su uso? La respuesta es verdaderamente sorprendente.
Primero tenemos que entender qué es la inteligencia artificial, una tecnología que ha evolucionado a pasos agigantados en los últimos años. La IA es un campo de la informática que permite que las computadoras procesen información y realicen tareas, imitando la inteligencia humana. A través de algoritmos y modelos matemáticos, procesan grandes cantidades de datos para tomar decisiones basadas en patrones y reglas establecidas a través del aprendizaje automático.
Y sin bien la inteligencia artificial, a través de la capacidad de percibir su entorno, ayuda a resolver muchos problemas y actuar con un fin específico, no está exenta de contaminar. Ya que su utilización requiere muchos recursos que dejan su huella ambiental en nuestro planeta.
¿Cómo contamina la IA?
ambiente, según demuestran algunas investigaciones. En primera instancia, se debe saber que, aunque sea digital, todo requiere un equipo físico para existir: la proliferación de centros de datos que albergan servidores de IA producen desechos de equipos electrónicos y eléctricos. Esto, consume grandes cantidades de agua, un recurso vital que escasea en el mundo actual debido a su sobrexplotación.
Esta tecnología depende en gran medida de minerales críticos y elementos poco comunes en la naturaleza, lo que genera una extracción insostenible de dichos recursos. Su implementación también utiliza cantidades masivas de electricidad, generando una gran emisión de gases de efecto invernadero.
¿Qué impacto tiene en nuestro planeta su uso?
Lo anterior, genera que el planeta se sobrecaliente y se contamine por los residuos producidos, los cuales contienen sustancias peligrosas como mercurio y plomo. La destrucción de hábitats naturales por la extracción de los recursos necesarios para la fabricación de los servidores de la IA, es un problema grave que debe atenderse a la brevedad. En un planeta en donde una cuarta parte de la humanidad carece de acceso a agua potable y saneamiento, lo consumido por la IA es algo injustificable.
Los centros de datos que albergan la tecnología de la IA necesitan mucha energía. Según informa la Agencia Internacional de la Energía (AIE), una pregunta realizada en conversación con ChatGPT (un asistente virtual basado en inteligencia artificial), consume 10 veces más electricidad que una búsqueda de Google regular. Y la demanda seguirá creciendo en los próximos años.
Uso responsable
Es una necesidad promover el uso responsable de la inteligencia artificial para evitar un impacto mayor al medio ambiente. Ya que, aunque nuestra vida parece encaminarse hacia una era completamente digital, toda la infraestructura física requerida podría superar los recursos naturales que tenemos a nuestro alcance.
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